La pre-selección uruguaya de karate ya se entrena en las instalaciones del Club Neptuno, de cara a lo que será el Sudamericano de juveniles y mayores, que tendrá lugar en Lima, Perú, a partir del 28 de junio. El presidente de la Confederación Uruguaya de Karate (CUK), Sergio Menéndez (foto), habló en exclusiva con El Celeste y subrayó la importancia de este nuevo desafío internacional.
“Es una gran oportunidad la que tendrán nuestros deportistas, para ratificar todo lo bueno que hicimos en Asunción en 2011. En aquella ocasión, obtuvimos tres medallas de entre cuatro karatecas que participaron. Para esta edición, aspiramos a llevar a 10 competidores entre las dos categorías”.
Este aumento en el número de integrantes de la delegación es posible gracias a una política que ha puesto en práctica la Confederación, que consiste en la optimización de los recursos que brinda el Estado para el karate. El Ministerio de Turismo y Deporte ha permitido que varios karatecas se entrenaran en el exterior para competencias de alto nivel, cosa que es muy valorada por la Confederación.
“El gobierno por suerte apoya, y estamos conformes con eso. Pero aún así, los recursos son pocos, y para aprovecharlos de forma óptima, nos basamos en un principio básico: es muy difícil, en la actualidad de nuestro deporte, obtener buenos resultados a nivel Panamericano o Mundial. Entonces, este año decidimos focalizar toda nuestra atención y el capital del que disponemos hacia el Sudamericano, en vistas de la buena participación del año anterior.”
ESTILOS
El karate, como arte marcial, tuvo su origen en la isla de Okinawa, y se desarrolló en Japón durante los primeros años del siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial, varios maestros japoneses se erradicaron en diversos puntos del mundo, exportando no sólo el karate moderno, sino también el judo, otra disciplina de origen nipón.
En Sudamérica, se establecieron mayoritariamente en Brasil, Perú y Argentina, y desde allí llegaron ambas artes a Uruguay, de la mano del profesor Aquiles Fagiani, quien se inclinó hacia el Shotokan. Ese es uno de los motivos por los cuales ese es uno de los estilos más fuertes y más practicados a nivel nacional.
“El tema es que, en karate, hay cinco o seis estilos básicos, pero cada uno tiene un arraigo muy fuerte. Desde su expansión y popularización por el mundo, empezó a darse un fenómeno de ramificación de la disciplina originaria. Los maestros se fueron separando, y cada uno abrió su escuela y empezó a enseñar a su manera”, indicó Menéndez.
En Uruguay, los dojos o clubes tienen total libertad para inculcar a sus alumnos de forma acorde a sus raíces. Sin embargo, el reglamento de la CUK establece una sola forma de practicar el deporte, y toda institución que presente competidores para los torneos organizados por la Confederación, debe adaptarse al mismo.
“La cuestión es que nosotros, como entidad dirigente del karate en Uruguay, tenemos la obligación de estar afiliados a la Federación Mundial, lo que nos permite competir internacionalmente. Pero, al formar parte de ella, inevitablemente estamos aceptando sus reglas, y éstas reconocen un solo estilo, el de competencia, que no es mejor ni peor, es diferente”.
La WKF propone un listado de normas para el combate (kumite) y otro para las formas (kata). Existen grupos que no aceptan ese estilo, y eso genera que practiquen el deporte sin supervisión de ningún tipo. “Nosotros queremos que ellos se integren al deporte federado, y que formen parte del campeonato nacional, pero muchos están en desacuerdo con el reglamento establecido, y por eso se alejan”.
EL CELESTE