BOXEO
El boxeador sanducero José Del Forno se prepara de cara a lo que será su debut profesional, que se producirá el próximo 19 de abril abriendo la velada que se desarrollará en el Anfiteatro del Río Uruguay, en el marco de la Semana de la Cerveza, y que se cerrará con el combate entre Cecilia Comunales y la argentina Alicia Alegre, por la corona mundial Ligero de la Organización Universal de Boxeo.
Con más de 40 peleas amateur en su haber, el boxeador sanducero espera comenzar con el pie derecho su carrera como profesional, por lo que no descansa en procura de llegar de la mejor manera a la pelea, más allá de que todavía no conoce quién será su rival.
El sábado a la tarde, luego de que el sanducero se quedara sin poder entrenar dado que insólitamente el ring ubicado en el Club Rodó fue utilizado como escenario para un cumpleaños de 15, Del Forno retornó a su casa en Nuevo Paysandú.
“Nos sorprendió a todos, porque nadie nos avisó nada. El sacrificio que está haciendo José es impresionante, se sumaron compañeros para guantear y darle una mano, y llegamos al club y había un cumpleaños de 15, para lo que utilizaron el ring para poner las luces, parlantes… Es increíble”, dijo el entrenador Ruben Márquez a la salida del club.
Más allá de la situación, el boxeador se la tomó con calma. “Me encuentro con una fiesta de cumpleaños, vine corriendo de Nuevo Paysandú para entrenar porque me quedé sin vehículo, pero ya está. Tengo la cabeza metida en el debut, gracias a Dios se me va a dar esta oportunidad y estoy muy contento”, afirmó.
Del Forno asegura que cuenta las horas para que llegue el momento de realizar su primera pelea como profesional. “Estoy entrenando más allá de las complicaciones con el trabajo en Colón, haciendo lo mejor posible para llegar de la mejor manera”, dice.
El sanducero tiene 42 peleas en su haber como amateur, “y me siento bien, con fuerza, apoyado por el técnico y los compañeros. Hace rato que vengo con ganas de hacerme profesional y espero el momento. Será bueno que la primera pelea sea acá, para demostrarle a mi gente que puedo”.
El púgil sueña más allá de esta pelea. “Espero tener la posibilidad de un cambio en mi vida, sé que todo será diferente a partir de ahora, pero estoy dispuesto a hacer todo el sacrificio”, asegura. Por lo pronto, ese sacrificio ya se palpa: Del Forno trabaja en Colón, entra a las 6 de la mañana y sale a las 12 para volver a Paysandú, almorzar, y entrar nuevamente a las 14 hasta las 18. Luego, se traslada al gimnasio desde Nuevo Paysandú, corriendo. “Es duro, pero vale la pena”, dice.
